Si es cierto que “obras son amores”, y aquello de que “somos lo que hacemos”; hablar de Alejandro Ordóñez se remite a ver, honrar y admirar sus obras, que para nada refieren sólo trabajo, sino que destilan pasión, llevan impreso su sueño de constancia, de paso a paso y de visión trascendente que brilla siempre; y esto se logra percibir cuando este zuliano sonríe como diciéndonos:-“Aquí vamos, haciendo y conmoviendo corazones.”
Ahora que entramos a mostrar un rosario de personajes exitosos, de este transitar de trabajo y de resonancias, del que tengo el honor de formar parte, es obligado entonces, saber que todo lo que he descrito, muy discretamente, por cierto, de Alejandro, es sinónimo de éxito, por eso él ha descubierto esa llave que abre puertas, pero no cerrojos, sino puertas del alma, lo que permite, para quien suscribe, el mayor testimonio de éxito: dormir tranquilo y vivir en paz, sabiendo que hoy hice algo por alguien, así no sepa quien.
Porque al final del cuento qué es éxito sino : “salida(exit) a(to).” Y para saber salir tenemos que entrar muchas veces con el corazón entusiasmado, agradecido y lleno de sueños.
Sin saberlo, pero sí intuirlo, creo unirme al autor en mi deseo de que estos testimonios humanos y sentidos, puedan despertar, perpetuar o simplemente crear en cada uno de ustedes un estímulo y un sonido del alma que se traduzca en: “Sí se puede”.
Siempre, en el viaje del alma, nos tropezaremos una y mil veces, quiera Dios que la sonrisa de corazón sea la mejor identificación de que andamos en lo mismo.
Éxito amigo, y buen viaje a los amigos lectores:
Carlos Fraga
www.carlosfraga.com.ve
@fragacarlos
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